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Reunión de lirios en un jardín de concreto: Héctor Zamora

Reseña

Reunión de lirios en un jardín de concreto: Héctor Zamora

por Carolina Magis Weinberg

En Labor

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Tiempo de lectura

4 min

El espacio de la galería se vuelca al exterior; sin muros ni ventanas, al piso de concreto sólo lo separa de la tierra un breve escalón. Adentro y afuera hay dos jardines. Afuera hay árboles, hojas en el suelo acumuladas del otoño y del invierno. Adentro se ha transportado un lago en cubetas azules y siete grandes octágonos metálicos negros. Por todos lados brotan lirios acuáticos. Entre los tonos negros metalizados se alcanzan a ver destellos de agua y en ella se reflejan los dos jardines. Todo el espacio está punteado por tonos azules y verdes saturados.

El jardín con piso de concreto espera tranquilo mientras el jardín de tierra se va llenando de gente expectante que observa los lirios inmóviles. Al filo del medio día entra al espacio un hombre vestido completamente de negro: zapatos, pantalones, cinturón, playera y gorra. Se coloca al centro y con toda naturalidad se agacha, toma uno de los recipientes azules y se lo coloca encima de la cabeza. El equilibrio es tan intenso que se convierte en un material más en el espacio. El ambiente, hasta ahora inmóvil, gravita. El hombre se queda de pie viendo al frente mientras le brotan lirios de la cabeza.

Héctor Zamora, “Delirio”, 2023. Vista de la exposición en Labor. Fotografía por Ramiro Chaves. Cortesía del artista y Labor, Ciudad de México
Héctor Zamora, “Delirio”, 2023. Vista de la exposición en Labor. Fotografía por Ramiro Chaves. Cortesía del artista y Labor, Ciudad de México

Un momento después llegan uno a uno otros hombres vestidos de negro. Cada uno repite el ritmo inicial y se queda de pie equilibrando una cubeta azul horizontal llena de lirios verticales en la cabeza. Emergen todos juntos como un jardín en equilibrio, se mueven un poco para lograr sostener con la cabeza –y sin ayuda de sus manos– el recipiente. La parte superior de sus cuerpos, los hombros y el cuello, se sincronizan con el peso que sostienen, una mínima danza de negociación entre cuerpo y objeto.

Después empiezan todos a caminar hacia afuera y se acercan a la gente que observa atenta. Los hombres bajan los recipientes y con sus manos empiezan a ofrecer lirios. Los tocan, los muestran, los exploran con sus dedos, mientras explican cómo se deben cuidar estas plantas. Lentamente se va rompiendo el silencio que imperaba y se llena de diálogo botánico. Por donde se mire, una a una, las personas del público empiezan a sostener lirios acuáticos en sus manos: el jardín se transfiere.

Héctor Zamora, “Delirio”, 2023. Performance en Labor, Ciudad de México. Febrero 2023. Fotografía por Fernando Medellín. Cortesía del artista y Labor, Ciudad de México
Héctor Zamora, “Delirio”, 2023. Performance en Labor, Ciudad de México. Febrero 2023. Fotografía por Fernando Medellín. Cortesía del artista y Labor, Ciudad de México

“Se deben poner en un recipiente con agua”, explican muchos de ellos a diferentes grupos de personas. “Si los cuidan bien, cuando sea época de lluvia, les pueden salir florecitas moradas”. Cuentan esto mientras balancean cubetas azules y sus manos se vuelven verdes, envueltas de lirio.

Esta superposición de jardines móviles es Delirio, un performance del artista Héctor Zamora, en la Galería Labor. Dice el texto de sala que la obra abre un diálogo acerca de modelos económicos, específicamente, las transacciones informales. Uno de los lirieros cuenta que estaba haciendo su trabajo cuando el artista lo vio caminar en este acto de equilibrio que caracteriza su oficio, fue entonces que comenzaron un diálogo que ha rendido muchos frutos (o florecitas moradas). De entre lanchas y chinampas en Xochimilco y San Gregorio Atlapulco, pescan lirio acuático que luego venden por toda la ciudad. Los sacan de los canales, los limpian y los eligen con cuidado para acomodarlos en sus cubetas llenas de agua. Repiten esta actividad todos los días. Equilibrando los lirios en sus cabezas, salen a recorrer las calles.

Héctor Zamora, “Delirio”, 2023. Performance en Labor, Ciudad de México. Febrero 2023. Fotografía por Fernando Medellín. Cortesía del artista y Labor, Ciudad de México
Héctor Zamora, “Delirio”, 2023. Performance en Labor, Ciudad de México. Febrero 2023. Fotografía por Fernando Medellín. Cortesía del artista y Labor, Ciudad de México

El lirio, una planta que alguna vez fue ornamental y ahora es una plaga, es la materia que ocupa a Zamora. En este juego de equilibrios, los lirieros cumplen una función fundamental al limpiar los canales del exceso de esta planta que los ahoga. Los trabajadores convierten al lirio en un producto de ornato, logrando de manera simultánea y magistral dos balances en dos sistemas paralelos: el ecológico y el de mercado.

Zamora apunta así a los intercambios de valor que aporta el trabajo. En el espacio de la galería, la invasión de lirio, a través de la mediación de los lirieros, se convierte en una transferencia material de valores. De la invasión en los canales hasta el espacio expositivo, el lirio vive un proceso de intercambio en el que se vuelve cada vez más singular: se acaba entregando de mano en mano mientras se cuenta su historia. Del muchísimo lirio, al singular lirio que descansa tranquilo en un florero acuático, el trabajo acumulado de estos hombres equilibristas lleva a esta planta delirante de la plaga al ornato.

Publicado el 18 feb 2023