En la Torre San Pedro, LC.expos. presenta dos exposiciones: Profecías, la exposición de Vivián Vargas (Mty., México, 1991) artista multidisciplinaria que radica su producción en las posibilidades de interacción resultantes de su interés por la ciencia, la investigación y el desarrollo tecnológico. En paralelo presentan a Vivarium de Óscar Carrasco (Barcelona, España, 1976), artista con una trayectoria contundente en las disciplinas de fotografía, videocreación y arte sonoro, reflejando en su obra una preocupación por el tiempo, la memoria y el caos, algunas veces anticipada por una estética de la ruina contemporánea.

LC.expos pretenden generar un diálogo expositivo unísono, haciendo converger dos producciones artísticas que han sucedido en distintas geografías y momentos, evidenciando así, las posibilidades de reflexión, interacción y comunión en ambas prácticas.

A partir de registros gráficos, escritos, experimentaciones, bosquejos, etc. Óscar y Vivián intercambian exploraciones, experimentaciones y decisiones que han dado forma al presente proyecto expositivo.

La lógica de asumir dos proyectos expositivos sincrónicos radica en la similitud de percepciones e intereses en amb_s artistas, referenciada a una complicidad en sus cuerpos de obra, donde el uso de la tecnología y de softwares gráficos mancuernan con sus procesos de creación y reflexión.

Sobre los intereses y temas que entrelazan el cuerpo expositivo, resalta una visión experimental y compartida entre los artistas, hacia las formas y formatos con las que percibimos la realidad, como una vía de intervención hacia la naturaleza y lo orgánico; para generar así, nuevas narrativas y actitudes que reconstruyen y sanan el vínculo con lo que se nos presenta como fuera de nuestro control y/o entendimiento.

Al final, esta exposición representa las posibilidades que nacen, que resurgen, definitivamente siempre, después del caos, de la colisión y pese a la supuesta atemporalidad de ambos quehaceres artísticos.

— LC.expos

¿De qué y cómo se compone el vínculo entre lo antrópico y la naturaleza? ¿De un lúgubre misticismo con una constante oculta? o ¿como una vía perpetua hacía el retorno imposible?

Entre formas y formatos que destiñen nuestros intentos por acercarnos a lo que se nos presenta como ajeno, aparece sigilosamente el recordatorio de que dentro de nuestra artificialidad, permanece siempre, una parte latente.

Si no es la escala entre los cuerpos, o la velocidad del tiempo, es la distancia que se edifica y se rompe, para acercarnos al límite de nuestra capacidad de comprensión y notar cómo se mueve el viento. Como un estado de constante negación a la posición desde la que se ejerce, modifica e interviene sin limitaciones. Cuando desde el otro lado, eso mismo que parece lejano, cuenta en otro tiempo, una verdad oculta, un sentido nuevo, un momento en transcurso y un proceso en transformación.

Los procesos creativos de Vivarium y Profecías se visibilizan en esta exposición, como dos líneas independientes y paralelas que se trazan desde espacios y velocidades separadas; con la particularidad de respectivamente generar destellos amorfos e idénticos entre ellos, que eventualmente logran encontrarse para hacerse uno mismo y prolongarse… generando así, una tercera línea que dibuja el vínculo entre Vivián y Óscar.

Estos destellos provienen de una actitud curiosa hacia los posibles mundos que se desenvuelven más allá de una individualidad antropomorfa; Destellos de empatía vital, de sensibilidades distópicas y poéticas visuales en relación a los fenómenos de la naturaleza, los animales, las plantas y la vida como plano repleto de movimiento, conciencias, velocidades y escalas que simultáneamente trazan distintas líneas, y que en algunas ocasiones se logran encontrar para volverse una misma o condensarse en destellos.

Las imágenes que resultan de dichos trazos, pueden interpretarse como un mapa hacia un estado más presente, una conciencia menos contaminada o un espíritu en paz. Al final, el arte y lo artístico, dentro de su cualidad infinitamente antrópica, contienen a su vez, la capacidad de vincular, acercar y sanar.

— Natalia Degetau

Los horarios para visitas durante la permanencia de las exposiciones se acoplan a lo indicado por Torre San Pedro