Cuerpos es una declaración de amor a la cerámica.
La primera exposición individual de Dago González (Ciudad de México, 1985) sintetiza el refugio que el ceramista afromexicano encuentra en el torno como espacio de reflexión, catarsis, autorreconocimiento y cura. Habla tanto del cuerpo negro y periférico como de la cerámica, es un encuentro entre vivencias, heridas, imperfecciones y nuevas construcciones posibles.
Esta exposición es la culminación de una investigación de 10 años sobre los límites de los esmaltes y las pastas no convencionales. Dago mezcla arena negra del volcán Iztaccíhuatl en algunas piezas y suelo lacustre de la laguna de Coyuca, Guerrero en otras.
Cuerpos es un proceso que durará toda la vida, de la cerámica como rescate ante destinos impuestos y del cuerpo como herramienta de cuestionamientos internos y sistémicos.
— Paula Daibert