Galería 54 presenta la clausura de la exposición colectiva Fé(m).

El eco es una forma sonora que se inscribe en el tiempo y se produce en ciertas condiciones espaciales que reflejan un sonido original. El futuro del eco es una pared, una condena. Por siglos, la representación femenina ha tenido que pasar por eco, sonido móvil que va de regreso, sin posibilidad de otra cosa que el desgaste. Este conjunto de obras es una afrenta al eco al que se las ha condenado. La inconfundible personalidad artística de cada una de estas artistas es la mejor resistencia que pueda oponerse a toda tentativa de uniformidad de sus voces y sus cuerpos.

La identidad femenina sigue siendo una gran interrogante por descubrir, la identidad como un vacío, una pregunta, una angustia que recoge las huellas o los signos de una visión despedazada, fragmentaria, contradictoria o mutilada, muy lejos de la armonía que suele asociarse con lo femenino.

Aquí habitan huellas que se imprimen en el cuerpo y permanecen en el alma. En estas piezas se desvanecen los contornos, como una especie de conquista de lo líquido sobre lo sólido. El espejo frente al que se miran estas artistas, superficie tersa e inmóvil, se vuelve de pronto un mar brillante y movedizo, el espejo que se vuelve agua en movimiento, disipa los contornos y lo mezcla todo. Estas obras rodean lo indecible y las ausencias para dibujar los contornos de las islas que forman sus territorios interiores. Contornos minuciosos para imaginar mundos semidescubiertos y semiocultos. Piezas contra el naufragio en un medio hostil al desnudamiento público, sobre todo por parte de las mujeres. Estas piezas sacuden para tirar estatuas doradas, enloquecer edificios, rajar calles. En estas obras se desarrolla un juego sutil y complejo entre todas las formas de la otredad que definen a cada artista. Es una polifonía que presenta una liberación estética femenina frente al despiadado mundo que las constriñe y atraviesa. El cuerpo de las mujeres, a menudo lacerado, requiere liberación y el escudriñar de las artes visuales, textiles y escritas es lo que conforma el núcleo de esta muestra. Resistencias en femenino, frente a un mundo que es nuestro aunque se nos diga lo contrario, un mundo en el que caben todas las formas posibles de ser mujer en este planeta. Todas estas expresiones culturales son simbióticas entre tecnologías y artes y se inscriben en la urgencia de incidir en la cultura desde la creación, una transformación cultural que se está gestando fuera de las academias y los mercados del arte. Es el acto creativo de las artistas como impulso de relación con el mundo.

Las circunstancias como mujeres nos son adversas, y sin embargo, estas artistas dan cuenta de una frontera ensanchada, una construcción de imaginarios, un deseo de fundar ciudades libres, de recuperar el sentido, de no dejarse domesticar, dejar marcas en los otros. Estas obras se mantienen indómitas, como pioneras del borde, alojadas en una especie de zona oblicua donde se construye todo lo nuevo.

— Luli Serrano

Artistas: Cynthia Yee, Daphane Park, Montse Balmori, María Ponce, Sonya Fichte, Elena Kosharny, Anne Lise Michoud, Sofía Tormenta