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Lucía Vidales & Edgar Cobián

Lucía Vidales & Edgar Cobián

araña perro

Exposición

-> 23 jun 2022 – 13 ago 2022

Galería Karen Huber

hoy abierto 10:00PM 5:00AM

Galería Karen Huber presenta la exposición dual araña perro de Lucía Vidales y Edgar Cobián.

Edgar Cobián (Guadalajara, 1978) y yo, (Lucía Vidales, Ciudad de México, 1986) nosconocimos en octubre de 2020, invitadxs por Enrique Hernández a la Residencia797, un espacio en Guadalajara dedicado a generar encuentros y diálogos en tornoa la pintura. En esa ocasión contamos también con la complicidad de Rigo Campuzano, quien a su vez lleva la residencia Casa Brasil en la misma ciudad. Esta exposición muestra parte de lo que resultó de ese encuentro, durante tres semanasde compartir tardes y desvelos: una serie de dibujos y pinturas realizadas a cuatromanos, sin bocetos, ni más reglas explícitas que el acuerdo de utilizar ciertos materiales y soportes frente a los cuales responder, dudar y mirar de manera compartida y disímil.

¡Corre deprisa, muerde fuerte!
Donna Haraway

Improvisar, responder, intercambiar

El cuerpo no siempre es humano

Despreciar una idea fija de lo que es unx cuerpx

La cosa no siempre es cosa

Una mano, un pié pueden volverse un fluido, moco verde, óxido

Una licuadora de elementos biológicos, pedacería de plástico, joyería de fantasía

Huesos que son pinturasIdentificarse con lx animal

A veces la forma es punto de partida,

Otras lo es el colorIr en contra, ir a favor, o mejor aún: ni en contra, ni a favor

Más pathos que logos

Hay respuestas e intercambios, hay ritmo

Pathos como forma de hacer

Ser inmadurxsLas fobias, las filias: dejarlas tomar lugar, tomar forma, mostrarse

Desconocer y confiar

Caminar a cuatro patas como perras cuyas patas se hinchan

Cambiar de color y alargarse

Huesos de gigantes y de pequeñas ratas

Caminar con ocho extremidades sobre los muros

Tejer una estructura frágil pero flexible y pegajosa para alimentarnos de ella

Estos cuerpos se derriten, bailan en rituales paganos y artificiales, intoxicados,merodeando

Sin rumbo fijo

— Lucía Vidales