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heredar (sin ver)

heredar (sin ver)

Unión + CROMA

Exposición

-> 28 abr 2022 – 5 jun 2022

Unión

hoy abierto 12:00PM 6:00PM

Unión, en colaboración con CROMA presentan una exposición colectiva con obras de Ángela Leyva, Margot Kalach, Natalia Rodríguez Caballero, Wendy Cabrera Rubio, Santiago Gómez y Fernando Polidura.

Imaginemos la genética como un espacio discontinuo de operaciones extensas. No como un campo de conocimiento unificado al que se accede mediante procedimientos de amplificación microscópica, sino como un modo sensible para accionar la vida desde los genes.

A través de ese espacio genético, nuestras interacciones con lo orgánico y con lo visible, se presentan como translúcidos estados de cambio; ciclos de transmisión y replicación que determinan la persistencia de contenidos latentes. Con esta genética, la materia viva se codifica de acuerdo a variaciones de lo mismo (ADN); los organismos se convierten en complejos informacionales, la sociedad y la cultura en enormes sistemas de memoria.

“heredar (sin ver)” se construye a partir de sedimentos psíquicos derivados del laboratorio, imaginarios desencadenados desde el archivo clínico y porciones íntimas de la constitución física de cuerpos XX, XY, XXXY.

Lxs artistas que participan en esta muestra, ponen a la luz investigaciones sobre un fondo genético cuyo mandato se remonta a la voz “institucional” del origen, pero su insistencia viene de mucho más atrás, desde el límite en el que lo vivo se desengancha de la indiferencia temporal de lo profundo (el tiempo geológico).

Bajo este contexto, las piezas que componen la exhibición se organizan fenotípicamente, como mutaciones materiales de acuerdo a tiempos y escalas conceptuales. Algunas de ellas problematizan estéticas procedentes de una mirada científica sobre lo diminuto: se generan abstracciones que rebasan los contornos de lo humano. Otras, trabajan con relatos que revelan anomalías y singularidades por fuera de la norma. También se proponen simetrías entre procesos biomorfológicos y trastornos culturales, al mismo tiempo que se destilan cargas ideológicas mezcladas con la sangre y con la piel.

Como aquello que no necesita de ninguna luz para observarse, en esta muestra se indaga en los efectos de una actividad hasta ahora imperceptible, manifestaciones visibles que heredan los excedentes de un campo de conocimiento invisible. Pero ¿Y si lo genético en estas investigaciones no correspondiera con la problematización de aquel espacio latente, sino con la actividad subversiva de un agenciamiento menor? A lo mejor el despliegue, la transformación y la reproducción inherentes al hacer contemporáneo, no son más que decisiones dirigidas por agentes cromosómicos, arcanos mensajeros de un tiempo remoto, cuya agenda inconclusa demanda infiltrarse en el mundo del arte y utilizar a sus artistas como vehículos, marionetas en un drama cósmico de una escala mucho mayor ¿Quién controla los hilos? La cadena de doble hélice demanda su sitio. Es el turno de la transmisión y la replicación.

— Unión + CROMA