Imágenes de un pasado que nunca conocí, de una Venezuela de antier, que hoy la nostalgia transfigura en un colorido pasado de cosas buenas. Imágenes de familia, antepasados y fantasmas acompañan a un presente que honra y quiere aprender. El desvanecer de las memorias y el deseo de aferrarnos a ellas, y a quienes pertenecen a ellas. Esos sentimientos encontrados al darnos cuenta que las cosas no son como eran, y que tal vez tampoco eran como hoy nos las presentan. Las percepciones hacia los rituales de la vida como el matrimonio, el patriarcado y la religión, que han cambiado con el tiempo y la búsqueda de la igualdad, y un deseo infinito de crear un presente y un futuro próspero para el individuo y la familia. Estos temas que transitan en el realismo mágico y lo cotidiano han inspirado esta exhibición que habla de lo que está hecha la vida - de memorias, de sueños de día, de trabajo y esperanza, de amor y pérdida, de familia y soledad, de lo tangible y lo intangible - de madera y aire.
— Jeffly Gabriela Molina