↓
 ↓
Omar Ibáñez | Francisco Muñoz

Omar Ibáñez | Francisco Muñoz

Exposición

-> 19 jun 2021 – 14 ago 2021

Galería RGR presenta dos exposiciones:

  • Omar Ibáñez, Módulo de integración
  • Francisco Muñoz, Paisaje ritual

En la primera sección de la galería, Omar Ibáñez presenta Módulo de integración. Esta exposición muestra dos series de obras que comparten una articulación similar al emplear una pieza modular: una circunferencia con 50 centímetros de diámetro. El primer tipo de trabajos han sido producidos con el fin de explorar la integración de la pintura con la escultura y de ambas, con la arquitectura. Por esta razón, se ha construido un muro que opera como una unidad dinámica que da pie a un fenómeno perceptual a partir de la geometría. Los juegos de planos, profundidad, volúmenes, colores y sombras en cada una de las piezas ubicadas en el muro contribuyen a que la obra se transforme de acuerdo al tránsito del espectador y dependiendo del punto desde el cual es observado el muro. Estos trabajos, resueltos arquitectónicamente, cuentan con ciertos paralelos con la tradición de integración plástica presente en el arte y las construcciones modernas en México, en particular con algunas propuestas que englobaron la presencia de una percepción dinámica. El segundo conjunto de piezas presentado en Módulo de integración también ofrece un ejercicio de síntesis aunque limitado a la relación entre la pintura y el objeto transformable. La serie también implica cambio sólo que a través de la injerencia del espectador y la manipulación manual. Este conjunto de piezas antecede a las obras integradas al muro. Los cambios y variaciones entre ambas demuestran el interés de Ibáñez en ir sumando interrogantes y complejizando el estudio de la geometría en su producción. (Curaduría por Daniel Garza-Usabiaga)

En la segunda sección de la galería, Francisco Muñoz presenta “Paisaje Ritual” donde  retoma un concepto de integración espacial con el fin de formular una situación de carácter escenográfico en la que intervienen dos conjuntos de piezas. Por un lado, una serie de pinturas circulares que buscan remitir a los chimallis o escudos utilizados por los antiguos mexicanos. En cada una de ellas, Muñoz ha buscado dar forma a un signo mediante una paleta limitada de colores y una serie de motivos que, aunque reminiscentes del arte clásico de Mesoamérica, no guardan consideraciones arqueológicas. En la lógica de la serie también hay una sustitución de elementos en los que, por ejemplo, el acrílico toma el lugar de los minerales o el grafito el del oro. Con sus soluciones plásticas y sus títulos derivados de la arqueología institucional, las obras buscan apelar a ideas preconcebidas en el espectador sobre las culturas del pasado y su producción material. Algo similar sucede con el montaje de las pinturas dentro de un espacio escenográfico que podría traer a la mente imágenes tópicas sobre representaciones de templos o de museografías tradicionales empleadas en salas de exhibición de objetos arqueológicos. Esta apariencia se refuerza con la presentación del segundo conjunto de piezas: cuatro cerámicas que también apelan a la cultura material del pasado, a imágenes comparadas, sin perseguir una intención de recreación o réplica. De esta forma, pinturas y cerámicas guardan cierta ambigüedad como objetos artísticos que, simultáneamente, remiten a instrumentos - en este caso, de un fuerte carácter bélico. (Curaduría por Daniel Garza-Usabiaga)

— Galería RGR